domingo, 28 de diciembre de 2014

Un día de cólera, Arturo Pérez-Reverte

Libros bélicos, Guerra de Independencia, 1808, Napoléon.
Buenos días,

Como habréis podido adivinar por el tipo de reseñas de libros que hago, mi enfoque principal con este blog es la Segunda Guerra Mundial, que es el tema que me apasiona desde hace muchos años. Eso no quita, para que como amante de la Historia, me interesen también otras épocas, otros contextos y otros países. Y por supuesto, la Historia de España es algo que, sin ser mi pasión, si despierta mi interés.

Por ello, hoy os quiero hablar de una obra de un escritor que, personalmente, admiro muchísimo, y este no es otro que Arturo Pérez-Reverte, y en este caso, la obra es "Un día de cólera". En esta obra, y con gran maestría, Reverte narra los acontecimientos acaecidos aquél 2 de mayo de 1808, en el que el pueblo de Madrid, se levantó en "armas" contra las tropas francesas del ejército napoléonico, y que inició la conocida como "Guerra de Independencia".

La historia oficial nos ha transmitido este hecho como heroico y valeroso, y sin duda alguna lo es visto desde el punto de vista de la desigualdad que existía entre los dos bandos, al menos durante este levantamiento. El populacho, armado con navajas, cuchillos, piedras y palos, apoyado por algunos militares valientes (gloria eterna a los capitanes Daoíz y Velarde), enfrentándose a los mamelucos, coraceros, infantería de línea y soldados de la guardia, tropas duras, entrenadas y experimentadas por mil batallas a lo largo de bastantes años de guerra en Europa.

Pero como todo en la vida, todo no es blanco o negro, si no que tiene infinidad de tonalidades de gris. La forma de gobierno en España era una monarquía absoluta, con sus castas que vivían muy bien (clero y nobleza) y con la inmensa mayoría de la población pobre. Las ideas napoléonicas, un aire fresco de renovación intelectual, cultural, científico... se intentaban asentar en la sociedad española. Pero a mi modo de ver, aunque el fondo pudiese ser el correcto, la forma beligerante de imponer las nuevas ideas, en un país dónde el analfabetismo era la nota predominante en la sociedad, no fue quizás la más adecuada, por lo que el pueblo, muy aferrado a la tradición y siendo fácilmente manipulable, sólo necesito de algunos (muchos) desaires por parte de las tropas francesas para levantarse en armas. Eso no quita, que comparto plenamente la idea que España tiene que ser una nación independiente que rija su propio destino.

En cuanto al autor, poco puedo aportar sobre su figura que no sepáis, puesto que es, al menos en los países de habla hispana, tremendamente conocido. Académico, periodista, antiguo corresponsal de guerra, escritor, tertuliano... y polémico. Muy polémico. Su principal característica creo yo, además de por supuesto un gran conocimiento de los temas sobre los que escribe, es su mordacidad y que no tiene pelos en la lengua, y que dice las cosas como cree que son. Y he de reconocer, que en gran parte, estoy totalmente de acuerdo, especialmente cuando saca las vergüenzas a la casta política que nos gobierna, sea del partido que sea, y que no ha evolucionado mucho en los últimos 300 años.

Aprovecho para felicitaros a todos la Navidad y desearos un próspero 2015. Que todos vuestros deseos y todas vuestras ilusiones se cumplan.

Un saludo,

Javier

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