Buenas noches,
Después de su entrada sobre la batalla de Stalingrado, hoy contamos con una nueva aportación de nuestro colaborador @morroamarillo sobre la batalla de Kursk.
“La victoria en Kursk será un faro que ilumine a todo el mundo”. Adolf
Hitler, 15 de abril de 1943.
Tras el cerco al 6º Ejército en
Stalingrado en noviembre de 1942, que traté en los artículos anteriores, el
flanco sur de la Wehrmacht se vio seriamente amenazado debido a las ofensivas
soviéticas. En concreto, la posición alemana más meridional del frente
oriental, la que tenía por objetivo la toma de los campos petrolíferos del
Cáucaso, tuvo que salir por patas antes de que los rusos liberasen la ciudad de
Rostov. De no ser así, el desastre para de la Wehrmacht habría sido mayor que
la misma derrota de Stalingrado.
En azul: territorio soviético recuperado durante la Op. Saturno
(diciembre 1942-febrero 1943) tras el cerco del 6º Ejército alemán en
Stalingrado.
El objetivo de los ataques
soviéticos era arrinconar y aplastar el Grupo de Ejércitos Sur contra el Mar
Negro, además de recuperar importantes posiciones en Ucrania. Así, llegarían a
tomar Járkov y Belgorod. Las unidades alemanas de esta zona se encontraban bajo
las órdenes de Paul Hausser, que por iniciativa propia y desobedeciendo las
órdenes de Hitler de no ceder un palmo de terreno, abandona la ciudad de Járkov
el 12 de febrero. Fue una buena decisión, dado que los alemanes estaba en una
inferioridad de 1 a 6, además de que el amplio avance soviético hizo estirar
tanto sus líneas de abastecimiento que se volvió vulnerable a los contraataques
alemanes que se darían en marzo.
Dichos contraataques constituyen
un claro ejemplo de lo que es la defensa móvil (la explicaremos más abajo).
Este contraataque alemán es considerado uno de los más brillantes de la guerra
y es estudiado a día de hoy en diversas academias de oficiales. No solo se
logró una retirada ordenada y en perfecta coordinación, sino que el ataque
posterior logró todos los objetivos en un plazo de tiempo límite y contra una
fuerza abrumadoramente superior. El peso de estos contraataques recayó sobre el
I Ejército blindado que atacó a los soviéticos por el sur y sobre el II Cuerpo
Panzer de las SS (que había sido reforzado por la División Totenkopf) que estaba bajo el mando de Paul Hausser (aunque a nivel
estratégico el cerebro de esta ofensiva fue Manstein). Hausser reconquistó
Járkov el 14 de marzo, tras una encarnizada lucha urbana cuerpo a cuerpo.
Sería esta ofensiva alemana la que generó el saliente
del frente soviético en torno a la ciudad de Kursk, saliente que se clavaba
como un puñal en el vientre alemán.
En color rojo vemos el
territorio reconquistado por los alemanes a raíz de las contraofensivas de
Manstein. Fuente: Wikimedia.